Ingredientes básicos de la cosmetología natural y sus recetas

Aloe vera o sábila

Es una planta de hojas anchas y largas que, gracias a sus componentes, ejerce una acción suavizante, cicatrizante y antiinflamatoria sobre la piel. El aloe acelera la recuperación de las cicatrices, reduce el riesgo de infección y la aparición de manchas cutáneas.

La almendra

El aceite de almendras dulces se obtiene de este fruto y tiene propiedades emolientes y suavizantes. Es perfecto para las pieles secas y castigadas.

Receta de cosmetología natural contra los granitos y puntos negros

Frotar sobre la zona afectada aceite de almendra dulce y aplicar una toalla caliente varias veces. Así, se ablandan todas las impurezas.

Crema para manos

Batir la yema de un huevo y mezclarla con una cucharada de aceite, de almendras dulcen y otra de agua de rosas. Aplicar una capa generosa sobre las manos y cubrirla luego con uno guante de algodón para que penetre mejor. Dejar actuar durante la noche.

Avena

Ideal para las pieles sensibles por sus propiedades calmantes y emolientes. Es el mejor producto para el cuidado de la piel delicada.

Jabón casero de avena

Mezclar avena con miel, yogur natural y almendra molida. Frotar la mezcla auavemente sobre la piel. Mezclar harina de avena con agua y frotarla sobre la piel para obtener una limpieza eficaz.

Mascarilla hidratante

Cocinar dos cucharadas de harina de arena en medio litro de leche y colarla. Mezclarlas con dos cucharadas de nata liquida hasta que espese y la pueda aplicar sobre la cara, el escote y las manos. Dejar actuar hasta que la piel absorba el producto. Limpiar lo restante con abundante agua tibia.

Aceite de oliva

Este aceite es una joya para la cocina y para la cosmética. Ya lo sabían los antiguos griegos y romanos, que lo usaban como ungüento para atletas y luchadores. Es un poderoso hidratante que sirve para devolver la tersura a las pieles más secas y apagadas.

Mascarilla para el pelo

Aplicar el acite sobre el pelo, evitando las raices y dejarlo actuar un buen rato. Cubrir con un gorro de ducha, y pasar la noche así. Después, lavar el pelo con el champú habitual.