La piel se renueva cada 28 días, y esto significa que hay periodos en los que, de forma natural, está más bonita.
Sin embargo, lograr que tenga un aspecto inmejorable día tras día también depende de ti. Sólo debes sumar unos cuantos trucos a los cuidados básicos de hidratación y exfoliación.
Mezcla 3 gotas de vainilla, 10 de zumo de limón, una taza de azúcar, 3 cucha-, radas de aceite de coco y 4 de leche. Prepara un baño con agua no muy caliente y vierte unas gotitas de aceite esencial de rosas. Sumérgete en la bañera y, pasados 10 minutos, extiende la mezcla que has preparado por todo el cuerpo con una esponja, insistiendo en las zonas más ásperas. Aclara con agua templada y aplica la loción hidratante.
La piel estará mucho más suave y notarás una agradable sensación de relajación y frescor.
Una toalla caliente.
Tras la ducha, y antes de aplicar la crema hidratante, envuelve tu cuerpo en una toalla caliente. Así, al extender la crema se absorberán mejor todos los ingredientes.
Poderosa avena.
Mezcla dos cucharadas de avena molida con una de yogur natural y otra de miel. Frota tu cuerpo con esta pasta cuando te duches, haciendo movimientos circulares suaves, y aclara con agua tibia. Después, enjabónate con tu gel habitual. Repítelo dos veces por semana.
Sal en tu cuerpo.
Humedece 75 g de sal gorda con agua y remueve hasta que obtengas una pasta. Usa una pequeña cantidad para friccionar, con gestos circulares y ascendentes, toda tu piel, excepto la del cuello y el pecho. Después aclara con abundante agua y dirige chorros a las piernas para activar la circulación y favorecer la exfoliación.
Secretos de geishas
Uno de los secretos de las antiguas geishas japonesas para dar a su piel un tacto aterciopelado era bañarse con sake, un vino elaborado con arroz. El truco es agregar un litro de la famosa bebida japonesa al agua y sumergirse 30 minutos. Con esto, la piel queda suave y con unbonitocolor
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