Un cabello lacio y liso no puede peinarse igual que, por ejemplo, uno rizado. Tener una melena radiante no solo depende de los productos que uses: cada tipo de pelo necesita un peine o cepillo que se adapte a sus características.
Típos de cepillos y peines
Las púas de tus cepillos y peines pueden ser de plástico, metálicas, naturales (madera, jabalí, concha...) o mixtas de plástico y natural. Pero si sientes que te arañan el cuero cabelludo debes cambiarlos, ya que pueden irritarlo.
Naturales
Metálicas: Pueden ser demasiado duras para cualquier cuero cabelludo.
Plásticas: Evítalas si tu pelo tiende a "electrizarse", ya que es un material que acumula la electricidad estática.
Lo más importante es que sean antiestáticos y que no dañen el cabello. Además:
- Peines: Son perfectos para desenredar el pelo.
- Púas finas: Dan volumen a cabellos finos o mojados.
- Peinetas: Deshacen los nudos del pelo húmedo y marcan los rizos.
- Cepillos: Eliminan la suciedad acumulada.
- Redondos: Aportan brillo, dan volumen, alisan o rizan.
- Ventilados: Dejan pasar el aire del secador y el pelo se seca más rápido.
- Planos: Para alisary secar cabellos largos.
- Térmicos: El metal de este cepillo acumula el calor del secador y facilita el secado.
- Acolchados: Son aptos para la mayoría de cabellos
Para lavar los cepillos y peines
Tus cepillos y peines acumulan polvo, cabellos o grasa. Así que es conveniente que los limpies con frecuencia:
- Elimina los restos de cabellos con la ayuda de otro peine, a ser posible de púas separadas.
- Prepara un recipiente con agua, 3 cucharadas de bicarbonato y otras 3 de lejía.
- Introduce los utensilios en el preparado durante una hora, enjuágalos y déjalos secaral aire.
- Ten cuidado, porque si son de madera, la lejía podría llegar a estropearlos.
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