La arcilloterapia, que apuesta por el uso de la arcilla como regenerador y cosmético, es una de las opciones más asequibles, integrales y eficaces de las que disponemos para acercarnos a la salud y la belleza.
Este método ha formado parte de la medicina tradicional desde hace siglos; los médicos de Egipto la usaban, en su modalidad ocre, para tratar afecciones de la piel y los momificadores para conservar el cuerpo después de la muerte.
Marco Polo vio como la tradición china la tenía entre sus productos milagrosos y los pueblos mexicanos aprovecharon sus propiedades para combatir los problemas cutáneos.
No todas las arcillas son iguales, dependiendo de la composición y proporción de sus minerales sus aplicaciones varían; se agrupan en familias en función de su estructura y uso. Las principales arcillas de uso externo terapéutico son:
Tipos de arcilla
Arcilla verde: ricas en magnesio, silicio y óxido de hierro es una efectiva limpiadora y exfoliante. Puede ser de diferentes colores. La Montmorillonita es la que aporta más magnesio.
Arcilla blanca: es usada como reguladora del pH en mascarillas, como enjuague bucal y limpiador natural. Rica en silicio y aluminio es un poderoso cicatrizante y antibacteriano.
Arcilla roja: debe su color a la presencia del óxido, tiene las mismas aplicaciones que la arcilla verde. La más apreciada es la Atalpuguita, por su capacidad de absorción de toxinas.
La arcilla y la cosmetologia natural
La arcilla es un excelente vehículo de sustancias útiles que aplicado sabiamente puede mejorar nuestra apariencia, mientras trabaja en armonía con nuestro interior, ya que entre sus funciones básicas figura la de absorber toxinas y activar su depuración.
Para mantener todas las propiedades de la arcilla intactas nunca uses, para conservarla ni manejarla, materiales de plástico o aluminio, opta por recipientes de vidrio y cucharas de madera ya que son los utensilios que más armonizan con la tierra y que menos interfieren en sus propiedades.
Los beneficios de la arcilla
Exfoliante: su poderosa capacidad para absorber la convierte en un excelente limpiador natural, elimina las células muertas, absorbe las impurezas y drena toxinas.
Hidratante: la presencia de sodio contribuye a mantener eí balance del pH por lo que humecta la piel, mejorando su apariencia.
Al igual que todos los productos naturales la arcilla es eficiente por lo que actúa en la zona a tratar, mimetizándose con las necesidades del organismo, y nunca de forma invasiva. Si deseas potenciar sus efectos exponía al sol antes de emplearla, y obtendrás algunos beneficios extras propios de la luz solar. Aplicándola una o dos veces por semana sentirás sus beneficios.
Dónde aplicarla
Desíntoxicante: Limpia la piel de toxinas, células muertas, tonifica y reactiva. Un efectivo remedio para devolver al rostro la luminosidad, brillo y suavidad perdida por el exceso diario de maquillaje, el uso de productos químicos o las carencias nutricionales. La arcilla verde se puede mezclar con polvos de extractos de frutas y plantas para potenciar sus propiedades.
Combinada con aceite de almendra dulce es ideal para pieles secas, con aceite de oliva para pieles mixtas, con algas mexicanas y aceite de zanahoria tiene poder antiarrugas.
Tonificante Corporal. Eficaz para eliminar manchas, tonificar la piel, combatir la celulitis, reactivar el drenaje linfático y remediar el acné. Piernas y pecho, son de fácil aplicación y sus resultados son inmediatamente perceptibles.
Belleza Capilar. Revitaliza el cabello y equilibra la secreción sebácea. Para combatir la caspa combina la arcilla verde con tisana de salvia y henna neutra. Aplicar la mezcla húmeda, dejar reposar unos minutos y friccionar con las manos antes de enjuagar con abundante agua. Para un pelo seco o sin vitalidad la arcilla tipo rassoul, aplicada como un champú, devolverá brillo, volumen y detendrá el deterioro.
Los usos y aplicaciones de la arcilla son infinitos; si la incluyes en tu vida combatirás la radioactividad tan común en los hogares, sentirás más energía, tendrás siempre a mano un eficaz cicatrizante, antiséptico y antiinflamatorio casero, y te acercarás más a los elementos tierra y agua, en una vida más natural.
Mascarilla de arcilla
Para hacer tu propia mascarilla necesitas un recipiente donde unir arcilla y agua. Remover con cuchara de madera hasta que obtener una textura similar a la de una crema tradicional. Aplicar la mascarilla, mediante un masaje circular para que se absorba mejor, en una superficie del cuerpo limpia y seca. Dejar actuar entre 15 y ZO minutos.
Cuando la arcilla seque, retirarla con abundante agua. Nunca se debe emplear alcohol o jabón para hacerlo. La arcilla es de un solo uso, una vez que se ha secado como cataplasma o mascarilla se convierte en tóxica.
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