Muchas pieles, especialmente las grasas, sufren el taponamiento de los poros debido a una falta de limpieza adecuada sumada a determinados agentes exteriores como la contaminación. En consecuencia, aparecen los antiestéticos puntos negros que afean nuestro rostro.
Si no quieres pasar por la estética, puedes limpiar tu piel a fondo sin moverte de casa. Para ello, nada mejor que una buena sesión de vaporizaciones a base de diferentes plantas medicinales.
Con este método, la piel absorbe los principios activos de la planta a través del vapor del agua caliente. Para ello suelen utilizarse aceites esenciales o se infusionan directamente las plantas en el agua hirviendo. Este método también se utiliza en el tratamiento de las vías respiratorias.
Para empezar, lava la piel de la cara con un jabón suave y enjuaga con agua tibia. Masajea la zona con aceite de jojoba (suavizante de los poros). A continuación, hierve aproximadamente dos litros de agua con una cucharadita de lavanda, saúco, menta o romero. Todas ellas tienen propiedades antibacterianas que ayudan a prevenir la infección de los poros.
Mezcla bien y deja enfriar durante aproximadamente 5 minutos. Ahora coloca la olla (con cuidado de no quemarte) sobre una mesa y retira la tapa. Acerca el rostro a la olla unos 20 cm y cúbrete la cabeza con una toalla. Permanece en esta posición durante un máximo de 5 minutos.
Después, remueve los puntos negros, presionando suavemente con la yema de los dedos previamente lavados con agua y jabón. Una vez extraídos los puntos negros, lava bien la cara con un jabón suave y agua tibia. Finalmente, aplica un tonificador a la piel con un algodón para cerrar el proceso de limpieza de los puntos negros.
Otra receta de cosmetología natural para combatir los puntos negros con vaporización es el siguiente:
Vaporización con lavanda, manzanilla y caléndula
Ingredientes:
1 cucharada de aceite esencial de lavanda
2 cucharadas de té de calendula
2 cucharadas de manzanilla
2 cucharadas de agua de rosas
Hierve 1 litro de agua en una olla tapada. Pasados 10 minutos, añade todos los ingredientes y deja que infusione durante un par de minutos más. Retira del fuego y cubre la cabeza con una toalla.
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