Cada estación del año trae consigo elementos ambientales que pueden afectar, de alguna manera a la piel como son el frío, la humedad, el calor, el viento, entre otros.
Aquí presentamos las claves para poder disfrutar de cada temperatura, evitando que la piel pierda su buen aspecto y elasticidad natural.
Primavera
Para muchos, es la estación más bella: las flores nos ofrecen sus colores, los árboles renuevan su follaje. El sol, el viento y las lluvias de estos meses, nos acompañan a diario, por eso, debemos tener en cuenta:
Clima templado, sol y partículas en el aire
Utilizar cremas hidratantes más fluidas que lo que se acostumbra, porque con el aumento de la temperatura, las de mayor cuerpo pueden obstruir los poros.
Limpiar una vez por semana la piel con dos cucharadas de crema limpiadora y una de miel, y terminar el tratamiento con un tónico hecho con medio vaso de agua, media taza de pepino y medio limón exprimido, pasados por batidora. También, recordar aplicar cremas con protección solar moderada.
Verano
Generalmente, en esta época no sólo soportamos altas temperaturas, sino también, estamos expuestos al agua del mar, de las piscinas y al viento, que son factores externos que atentan contra la salud de la piel. Por eso, se aconseja lo siguiente:
Sol fuerte
Siempre usar crema de protección con filtro solar, en lo posible combinada con elementos naturales como el aloe vera o la caléndula. Aplicar gel de aloe vera puro sobre la piel después de la exposición solar, o un batido hecho con medio pepino y media zanahoria como mascarilla. Lo ideal es que esté fría.
Climas con vientos secos
Salir siempre con una crema hidratante que proteja la piel, o utilizar aceite de jojoba puro y darse masajes hasta que penetre por completo. Limpiar bien el cutis por las noches con aceite de almendras o una crema limpiadora.
Humedad y contaminación de la ciudad
Limpiar muy bien el cutis cada noche. Si la piel es grasa, hacerse mascarillas con fresas trituradas, o con barro (caolín o arcilla verde) para disminuir el tamaño de los poros y quitar las impurezas. Retirar con agua, y luego, aplicar agua de azahar o rosas con dos gotas de aceite de árbol de té.
Aagua de mar
Nutrir la piel con gotas de aceite de zanahoria después del mar, al anochecer. Hacer un masaje en círculos ascendentes y en el cuero cabelludo. Utilizar una crema con manteca de karité o aceite de almendras u oliva, pues la piel tiende a resecarse mucho. Exfoliar suavemente.
Otoño
En esta época del año, los días se hacen más cortos y llegan los primeros "fríos". Protejamos a nuestra piel de:
Clima con viento húmedo y lluvia
Proteger siempre la piel con una crema a base de rosa mosqueta o manteca de karité. Por la noche, limpiar bien la piel y aplicar una loción astringente cítrica.
Si la piel es sensible al viento y a la lluvia, es probable que el cutis reaccione con un enrojecimiento. Para atenuar las consecuencias, la piel del rostro debe estar siempre resguardada por una crema; además, por las noches debe aplicarse una infusión fuerte de manzanilla, a temperatura ambiente o fresca, la que puede aplicarse en forma de compresas durante 10 minutos sobre la piel.
Invierno
Esta estación se caracteriza por temperaturas bajas y climas secos, por lo cual la piel tiende a perder su humedad natural. Es necesario cuidarse de:
Clima frío y lluvias
Se deben dispensar iguales cuidados que durante la estación otoñal. En invierno la piel debe estar protegida.
Calefacción
Utilizar tónico y cremas ligeras a base de manzanilla, y vaporizaciones con agua de rosas, si se trabaja en un ambiente con calefacción.
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