El coco no sólo nutre nuestro cuerpo en forma de alimento y bebida sino que también es uno de los humectantes naturales más poderosos para la piel seca o maltratada por el tiempo.
El aceite de coco se obtiene al prensar su pulpa blanca y dura, dando como resultado una substancia oleaginosa compuesta en un 90% por ácidos saturados como el palmítico, láurico o esteárico que lo convierten en un producto difícil de oxidarse.