Aunque la aromaterapia implica cualquier perfume que desencadene sensaciones agradables, generalmente se empieza eligiendo un aceite esencial que estimule una respuesta positiva.
Para sacarle el máximo provecho a los aceites esenciales, estudia su oferta; te sentirás atraída instintivamente hacia los que prefieras.
Para empezar, elige un aceite esencial que sea calmante, como por ejemplo, los aceites de lavanda, manzanilla, toronjil o pachulí; y otro que sea estimulante, como el de menta o pomelo.
Puedes utilizarlos de varias formas:
• Mezcla varias gotas de aceite esencial en 30 mi de aceite vegetal biológico y date un masaje en los pies, el cuero cabelludo o cualquier otra zona que necesite cuidado y atención.
• Vaporiza el aire de tu alrededor. Puedes hacerlo mezclando varias gotas de aceite esencial con agua purificada en un atomizador, o bien utilizando agua de flores. El agua de flores, que generalmente se vende en nebulizadores, es el producto derivado del método de destilación al vapor que da lugar a los aceites esenciales.
• Pon unas gotas de aceite esencial en la lavadora junto con el detergente antes de comenzar el programa de lavado. Unas gotas no manchan, y después del enjuague sólo quedará un ligero indicio del maravilloso perfume.
• Utiliza un vaporizador o difusor para esparcir las esencias en el ambiente. Por la noche, vaporiza eucalipto y enebro en el dormitorio si tienes la nariz tapada; por la tarde, usa lavanda para calmar los nervios; y por la mañana, utiliza esencias de cítricos para ponerte en movimiento.
• Coloca en tu coche un pequeño difusor de arcilla con aceites esenciales. Esto puede producir un intenso efecto positivo y tranquilizante, especialmente cuando hay atascos de tráfico. Para que dispongas de una lista de los aceites esenciales calmantes, lee «La elección de los aceites esenciales» en la página siguiente.
• Pon una gota de aceite esencial sobre una bombilla apagada. Al encender la luz, la bombilla calienta la fragancia y la dispersa por la habitación. También puedes comprar un difusor de cerámica que se ajuste sobre la bombilla. A mí me gusta hacer esto particularmente cuando me alojo en un hotel.
• Añade aceites esenciales a tus productos habituales para el cuidado de la piel y del cabello, para realzar y acentuar así sus beneficios y sus características. O compra productos biológicos para el cuidado personal que ya contengan aceites esenciales puros.
• Báñate con aceites esenciales. En primer lugar, pon varias gotas del aceite esencial que desees en un aceite de base. Esto diluirá el aceite esencial e impedirá que se te meta en los ojos mientras te bañas (lo que puede ser perjudicial). Después, llena la bañera y añade la mezcla de aceites preparada. No viertas los aceites mientras se llena la bañera, porque esto puede hacer que las moléculas del aceite se disipen demasiado rápido.
• Prepara sales perfumadas poniendo una cucharada de sal gema y diez gotas de aceite esencial de orégano, menta o romero (o una mezcla de todos ellos) en un recipiente pequeño con tapa hermética. Destápalo e inhala como desees. Despejará tu mente y te estimulará de forma instantánea.
• Las velas perfumadas son estupendas para meditar, relajarte y para las ocasiones especiales. Asegúrate de que la vela esté hecha de aceites esenciales puros, cera de abejas natural y una mecha natural sin plomo.
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