Las almendras son conocidas por tener un excelente valor nutricional. Tienen altísimos contenidos en vitaminas A, B y E, además de minerales entre los que se incluyen el zinc, hierro, calcio, magnesio, fósforo y potasio, que aportan a la piel y al cuerpo una gran cantidad de beneficios.
Cada 100 gramos aportan unas 570 Kcal aproximadamente, lo que las convierte en un alimento importante para obtener energía y combatir el frío.
El aceite de almendras dulces se obtiene del fruto del árbol almendro, que tiene su origen en las regiones de Asia Central, donde es cultivado desde hace miles de años.
Es muy importante señalar que la variedad de almendras dulces, es la que otorga mayores beneficios para el organismo, ya que las amargas son tóxicas y perjudiciales.
Uso medicinal
■ Por tener un alto contenido proteico, puede ayudar a sustituir proteínas animales en dietas de vegetarianos.
■ Sirve como antiinflamatorio, ya que al ser mezclado con otros aceites vegetales, puede ayudar a despejar las mucosidades de los tejidos.
■ Ayuda a mantener saludable el sistema digestivo, sirviendo como un laxante natural.
■ Sirve como antiinflamatorio, ya que al ser mezclado con otros aceites vegetales, puede ayudar a despejar las mucosidades de los tejidos.
■ Ayuda a mantener saludable el sistema digestivo, sirviendo como un laxante natural.
Uso cosmético
■ Suaviza e hidrata todo tipo de pieles, gracias a sus componentes ricos en vitaminas.
■ Ayuda a calmar y desinflamar irritaciones cutáneas.
■ Previene la aparición de estrías y arrugas.
■ Al combinarse con otros aceites vegetales, antes de ser aplicado en la piel, puede mejorar notablemente la elasticidad e hidra-tación de la misma.
■ Repara e hidrata las puntas del cabello maltratado o reseco.
■ Ayuda a calmar y desinflamar irritaciones cutáneas.
■ Previene la aparición de estrías y arrugas.
■ Al combinarse con otros aceites vegetales, antes de ser aplicado en la piel, puede mejorar notablemente la elasticidad e hidra-tación de la misma.
■ Repara e hidrata las puntas del cabello maltratado o reseco.
Mascarilla hidratante para el rostro
Verter una cucharada de miel en un recipiente, luego agregar una yema de huevo un poco batida, posteriormente una cucharada de yogurt y 1/2 cucharadita de aceite de almendras dulces.
Mezclar todos los ingredientes hasta que se integren, luego expandirlo sobre el rostro, dando masajes circulares. Dejar que la mascarilla actúe durante media hora, y luego enjuagar con agua fría. Secar el rostro con una toalla suave.
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