Para el cabello seco, prepara un acondicionador con un plátano maduro pequeño mezclado con un poco de miel y aceite de almendra dulce. Extiende la mezcla por el pelo y el cuero cabelludo después de lavarlo, cúbrete la cabeza con un gorro de ducha, déjala reposar durante treinta minutos y enjuágala.
El vinagre de sidra es un acondicionador casero estupendo para los cabellos y cueros cabelludos más grasos.
Para el cabello normal, mezcla dos cucharadas de gel de áloe vera con una cucharada de zumo de limón y enjuágate con ella el pelo después de lavarlo.
Para el cabello dañado o muy seco, un tratamiento eficaz para aplicar una vez por semana al cabello antes de lavarlo consiste en una mezcla de aguacate con aceite de yoyoba. Aplica con delicadeza esta mezcla, espera treinta minutos y lávate el pelo.
Los hidratantes, como el áloe y los aceites vegetales suelen ser muy buenos para el cabello seco y rizado. Nunca te equivocarás con unos ingredientes tan sabrosos y aromáticos; todos ellos rebosan sustancias beneficiosas como las vitaminas, los minerales, los ácidos grasos esenciales y los aminoácidos.
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