La exfoliación ayuda a liberar la piel de células muertas y lograr su regeneración. En este sentido, existen varios exfoliantes que se pueden elaborar en casa con elementos naturales como los siguientes:
Elabora una exfoliante natural mezclando una cucharada de bicarbonato de soda con aceite de almendras hasta obtener una crema algo espesa. Aplícatela en el cutis con un suave masaje. Enjuágate bien, sécate dándote palmaditas en la cara y aplícate una crema hidratante.
Prepara una exfoliante salina para el cuerpo mezclando media taza de sal marina fina con dos cucharadas de bicarbonato de soda y media taza de aceite de almendras o de oliva. Date un suave masaje por todo el cuerpo. De dos a cuatro gotas de aceites esenciales de lavanda o de ilang-ilang te ayudarán a hidratar la piel.
Prepara una mascarilla de harina de maíz y arcilla, que son dos ingredientes excelentes para equilibrar las pieles más grasas. En cuanto a la arcilla, existe una amplia gama para escoger: verde, roja, negra, amarilla, tierra de batán y caolín.
Mézclalas con una pequeña cantidad de agua hasta que tenga la consistencia de una pasta. También puedes añadir un poco de yogur o de miel por sus beneficios hidratantes (deberá seguir teniendo la consistencia de una pasta).
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