La salvia es una planta de la familia de las labiadas que es muy utilizada para combatir diferentes dolencias especialmente aquellas relacionadas con las infecciones de boca y garganta.
Se puede hacer, por ejemplo, el siguiente decocimíento con salvia cuando se sufre irritación en la garganta: Hervir 100 g de hojas frescas durante 20 minutos en un litro y medio de agua, hasta que esta quede reducida aproximadamente a un litro. Agrégale luego dos cucharadas de miel y una de vinagre de manzana. Hacer gárgaras con este preparado.
Así como la salvia puede ayudar a combatir dolencias también tiene una acción preventiva para los casos de caries y, por ello, se puede emplear en la elaboración de dentífricos naturales y caseros.
En este sentido, se puede mezclar salvia con arcilla para limpiar a fondo los dientes; si se la utiliza durante un cierto tiempo y se vuelve después a un dentífrico normal, se tendrá la sensación de que los dientes nunca están limpios. La arcilla es útil también para quitar la placa y las manchas causadas por el humo.
Para elaborar el dentífrico, se debe preparar media taza de infusión muy concentrada de hojas de salvia y no filtrarla hasta que esté fría. Con la ayuda de una cucharita de madera formar una pasta blanda mezclando la infusión con la arcilla que se necesite.
Es muy importante usar una arcilla muy fina para uso interno (la mejor es la arcilla blanca). Obtenida la pasta, añadir una gota de aceite esencial de clavo, dos de canela, tres de tomillo y tres de tintura de mirra.
Esta es la fórmula más antiséptica, indicada para quien sufre de caries o de encías inflamadas. En casos extremos se le puede añadir tintura de propolis por su valor como antibiótico natural.
Quienes no tienen problema particulares, pueden prescindir del clavo y la canela y usar en su lugar esencias más agradables como menta, hinojo, mirra, etc.
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