Las uñas de los pies son una de las partes más olvidadas de nuestro cuerpo, pero, no por ello, menos importantes. Requieren tanto cuidado y atención como las uñas de las manos, especialmente al momento de cortarlas con el fin de tener los pies sanos y sin dolor.
La uña es una estructura anatómica compleja formada por células muertas endurecidas que han sufrido diferentes grados de queratenización epidérmica.
En cuanto a las uñas de los pies específicamente, éstas crecen alrededor de un milímetro al mes y, por su parte, las de las manos crecen más rápidamente, entre 1,9 y 4,4 milímetros al mes.
Igualmente, ciertos cambios fisiológicos pueden variar el crecimiento de la uña. Crecen más rápido en hombres, durante el día, el embarazo, en verano y en climas templados. Y, por el contrario, crecen más lentamente durante la lactancia, la noche y en invierno. Algunas enfermedades sistémicas pueden retardar su crecimiento como en casos de falta de riego sanguíneo, el tratamiento con citostáticos, desnutrición y parálisis, entre otras.
Cómo preparar las uñas antes de cortarlas
Cuando se decida cortar las uñas, se recomienda lavar los pies con agua templada (comprobar la temperatura del agua) y jabón durante unos 3-4 minutos, para evitar la maceración, secándolos muy bien antes de cortarlas, especialmente en los espacios interdigitales. De esta forma, logramos que las uñas estén un poco más blandas y limpias para facilitar el corte y evitar las infecciones.
Si se sufre de problemas visuales o de movilidad, sería conveniente solicitar ayuda a un familiar o asistir a un salón de belleza.
La frecuencia con la que deben cortarse las uñas varía según la persona; Se puede cortar poco y a menudo (cada 10 días) y de forma recta.
Cuando se aprecien alteraciones de la lámina ungueal como uñas engrosadas, hongos, uñas encarnadas o cualquier alteración, se recomienda acudir a un podólogo, ya que éste dispone del instrumental y formación adecuados para su correcto tratamiento.
En el caso de las uñas encarnadas, éstas suelen aparecer debido al uso de calzado muy ajustado, y a consecuencia los dedos están muy apretados y los bordes de las uñas se clavan y crecen en dirección hacia la piel. Aunque también puede aparecer si se corta las uñas de forma equivocada; de allí la importancia de cortarla adecuadamente.
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