La avena (avena sativa) es original del norte de Europa y es un alimento que suele comerse caliente y dulce, ideal para climas fríos.
Los granos, que tienen propiedades similares a las de la planta entera, se muelen al final del verano para obtener harina y salvado de avena.
Por su contenido de vitaminas B y E y carotenos ayuda a nutrir efectivamente el organismo y favorece incluso a la piel.
Debido a estas propiedades nutritivas, la avena ha encontrado un lugar de honor en el mundo tanto de la medicina alternativa como de la cosmetología natural.
Con respecto a su uso medicinal, se prepara una decocción con la planta entera, seca, y se emplea como loción o como baño curativo para los problemas de piel. Se puede realizar la misma operación con los granos, y aplicar en emplastos para casos de eccemas, herpes y aftas.
Sin embargo, si se debe aplicar un emplasto de avena a una persona celíaca (alérgica al gluten), hay que dejar que la tintura o la decocción se depositen y luego utilizar solo el líquido claro resultante de la decantación.
En la cosmetología natural, la avena es muy empelada como ingrediente para mascarillas exfoliante para la piel. A continuación, una receta de belleza con avena.
Mascarilla exfoliante
2 cucharadas de avena
1 cucharada de miel
3 cucharadas de infusión de manzanilla
Colocar en un recipiente la avena y la miel, y se agregan la infusión de manzanilla. Mezclar bien y aplicar sobre el rostro con masajes circulares. Dejar actuar durante 10 minutos y retirar con una esponjilla. Es un exfoliante natural, que deja la piel lisa y suave.
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